Hoy te vi

Mientas mis pasos recorrían la distancia, mi mirada apuntaba hacia el horizonte, mi mente apuntaba hacia mis deseos y en la profundidad de mis anhelos te encontrabas tú.
Cada paso, me recordaba tu esencia cual flor negra que brota en la nieve y su aroma que se diluye en el viento cual sangre sobre el agua, dejando un rastro de un color tan único que ya me hizo perder la razón.
Hoy te vi en un eclipse, mis pupilas se contrajeron al ver tus ojos cual mar profundo y tu perfecta piel de nieve con un par de pómulos cual pétalos carmín y gotas de sangre por labios, una sonrisa en tu utópica hermosura, mi corazón se aceleró y creí que por fin podría tocar tu piel de seda sin traspasarla cual espejismo, pero al volver la luz de aquel eclipse la nieve era primavera, y los pétalos polvo, solo era una nube que mi creciente anhelo por estar junto a ti la creo con la ilusión de no perder las esperanzas cual marineros navegando a la deriva.
Hoy te vi, tan perfectamente hermosa, una hermosa creación de la realidad de mis sueños y de mi imaginación, tal vez una cruel prueba o broma que solo yo me podría jugar a mí mismo
Hoy te vi, te contemple por un segundo, y fue suficiente para seguir te esperando.