El padre

Antes que pudiera verlo dos veces cruzó Los Andes,
dijeron que se había casado y nunca más volvió.
Dejé de visitar a la abuela y a los tíos,
luego se cruzarían conmigo sin mirarme.

Ya en la escuela me preguntaron por él,
única vez que en secreto lloré su ausencia.
Me convertí en otro naufrago del mar de infantes
que buscan un mago peregrino o acaso un gato con botas
que no los deje atrás en el camino.

Ahora contemplo su foto,
único legado para el hijo enemigo;
allí están sus ojos melancólicos,
como actor de reparto, ausente y cotidiano,
de aquellos que nadie sabe si sobreviven.

Como un ojo de cíclope de nombre nadie me persigue,
o como ceniza imaginaria que el tiempo no puede dispersar.
A veces a mi lado deambula su fantasma
y vamos como dos encadenados
sin identidad bajo nuestras máscaras.
Me pregunto:¿fui su gameto preferido
o un puñado de tierra elegido al azar?.

Aunque su muerte la ignoro sin alegría ni sufrimiento,
es el horizonte petrificado
que carga sobre mí su vida interminable.

Ha pasado mucha agua por su invisible fin
y en su tumba virtual sin recuerdos ni olvido,
guardo su imagen de joven, mientras recibo
el deterioro de su alma en mi rostro.

Comentarios & Opiniones

Lorena Rioseco Palacios

Me encantó , todas las estrellas querido compatriota!!

Critica: 
Alexandro Johns

Muchas gracias Lorena por tu cariñosa bienvenida, yo también admiro tu obra.

Critica: