Sigo aquí

Se rompieron las cadenas de tu amor
al cruzar mi puerta.
Te llevaste casi todo de mí,
menos el dolor,
llorò el alma desierta.

Te marchaste,
apostando que moriría de desolación
y casi ganas la apuesta.
Hubieron momentos
que casi pierdo la razón
y salgo tras de ti a tocar tu puerta.

Más logré superar tu desamor
y sigo aquí, parada frente a la viva,
amando su furor
y bebiendo de su río cosas bellas.

Arañé del orgullo su valentía
y le robé fuerzas.
La dignidad me coronó
y en momentos difíciles me recordó
que soy digna, grande y bella.

Hoy...ni de ti ni de nadie soy presa.
Aquel día que mi cielo se nubló, no morí,
no arrasó conmigo la tormenta..
Y sigo aquí,
pisando firme y con gran fuerza.

Adela Castillo