TENGO UN POEMA CLAVADO EN LA PUNTA DE LA LENGUA

Tengo un poema clavado en la punta de la lengua
Lastima, dulcemente lastima mi paladar
Es hambre inaudita
Tienta mis papilas gustativas
Libera mi oxitocina a borbotones
Puedo oler el aceite secreto que mana de sus íntimos pliegues
Palpo con dicha extrema su textura sedosa
Calibro su registro de saliva compartida
Me excita su longitud curvilínea
Muerdo jadeante sus sílabas reblandecidas en humedades azoradas
Bebo su palpitante música profunda
Me impele a escribirlo
Me lo grita
Lastima
Sin embargo
Reconozco mi incapacidad visceral para separarme de tus labios
Y traducirlo finalmente a la lengua de las palabras.