14 de Septiembre.

Fue un catorce de Septiembre
cuando vi sus ojos verdes
su sonrisa entre…
triste y alegre,
y su cuerpo enfundado
en aquel traje azul.

Me saludó…
como si me conociese de siempre,
se acercó a mi lentamente…
¡Cuando has tardado! pronunció,
me sentí defraudada…
seguro que me confundió
con alguna de sus damas,
y la copa entre mis manos
comenzó a temblar.

Te había soñado muchas… veces,
y mira, hoy es mi día de suerte
después de tantos sueños…
¡aquí estás!.

Nerviosa arreglaba mi pelo,
mi corazón…
ya no se encontraba
en el lado izquierdo,
¿Y ahora, qué hago yo?

Me invitó a bailar…
y se apoderó de mi cintura,
su boca calentaba mi nuca
y recorría mi cuello sin piedad.

Ya, mi copa no temblaba
eran mis piernas
a las que algo les pasaba,
y por momentos mi mente
perdía la razón.

No se contar…
los años que han pasado,
porque el tiempo
se detuvo desde…
el primer momento
que estuve a su lado,
y aún, busco en mi pecho
a mi corazón,
no está en el lado izquierdo
pero sus ojos
me dicen en silencio…
¡No te preocupes..
está en un sitio mejor!.

Fue, un catorce de Septiembre…
cuando vi sus ojos verdes,
y los sueños se encontraron…
para hacerse realidad.

Téura