Un vez mas

Me había cruzado mas de una vez la puerta de tu cuerpo,
abrazado a mi almohada por encima de
ti te susurraba mi vida
y tan solo tus ojos se mecían en lo profundo
del silencio.
Dueño de tu piel, de tus caricias,
de aquellas horas intensas sin poder alcanzar
saciar el pulso eléctrico que nuestros cuerpos
dispersaban.
Suave boca y dulce miel de mis sueños,
pesadilla y lujuria inquieta, amor de mi vida...