No Fué

Seré una miserable hasta que me vuelva a brillar el sol, porque pudimos tenerlo todo, conocer a nuestras familias y sus costumbres extrañas, trepar un árbol mientras comíamos chatarra, dormir abrazados sobre el césped, visitar miles de bares, ignorar todo aquello que quisiera destruirnos, correr bajo la lluvia, hacer de una tarde de domingo común un momento especial, cumplir nuestros deseos más íntimos haciéndonos explotar de pasión, crecer juntos, tomar hasta quedar ebrios cantando todas esas canciones que a ambos nos conmueven, escaparnos a cualquier lugar y en cualquier momento, bailar en la avenida, transformar nuestras noches de frío en cálidos besos con sabor a "me tienes aquí" visitar cualquier parte del mundo, hacer estupideces y gastar nuestra impreciso tiempo de vida juntos, pero nos sobraba miedo, nos faltaba compromiso y seguramente... también amor.