Notas de un hijo pródigo, o, historia de un dios enamorado

poema de Jose O

¿Quien eres, dios?
¿Quién eres tú, detrás de este misterio escondido?:
La vida y la muerte,
lo que es, lo que se alza y lo que se hunde,
lo que se expande y todo lo que no alcanzo,
lo que me lanza a lo inefable y me sorprende,
el mismo ser humano.

Tanto sin saber.
Tanto desconocer.

¿Quién eres?
Revolucionario del amor,
pues te encuentro cual loco,
cual necio amoroso,
que empeñado en sublevar mi alma,
abates las barreras que mi cerrazón levanta.

¿Quién eres?
ahí escondido,
detrás del velo prodigioso
que mis raídos ojos miran impedidos.

¿Qué puedo hacer sin ti?
Que en el humilde silencio
rompa mi indiferencia
y me lance hacia ti.

Te necesito,
y en el universo
no cabe duda de ello.
Lo constato con vigor.
Como al hambre de pan,
como a la muerte.

Has cavado hondo en mi alma,
y allí has dejado la tuya,
cual semilla originaria,
imagen y semejanza,
clara, hermosa y evidente.
Para que no me olvide,
para que no me pierda,
para que me lance en guerra
cuando por doquier encuentre
el hambre, la injusticia, mi ceguera.

Tanto golpearte con mi espalda
cuando embriagado de ruido
me lanzo al frío de mis vaciedades.
Mi corazón dividido en tantas partes
¿acaso me pertenece?

Aún así mi alma clama,
y a lo lejos
mi hambre parece tornarse en grito,
un levantamiento en silencio,
un intento de sublevación,
¡te necesito!

Y sin saber explicarlo,
te encuentro.

Dios enamorado,
herido y rendido sobre mis manos,
en aquel rinconcito encendido,
donde quisiera quedarme varado,
contigo,
donde el tiempo se postra de rodillas,
donde las palabras sobran,
donde la eternidad encuentra rendijas puras,
y me sobrepasas.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Cuál semilla originaria,imágen y semejanza...todo un placer leer este excelente poema!

Critica: