O hermosa Ivonne.

Yo me perdía en tu cabello, tus ojos, tu rostro, y hasta tu forma de caminar.

Como me acuerdo; cuando caminábamos juntos de la mano en busca de un paraíso.

Sin saber te conocí; pero te encontré y me enamore de ti.

Pero te desvanecías en mi sueño como la niebla, no dejabas nada a tu paso y cuando uno creía ver algo; una imagen de tu rostro o silueta de tu cuerpo, todo se tornaba nebuloso poco visible y el sueño terminaba.

Cuando llegaste a mi vida y te tuve entre mis brazos, me quitaste la venda de los ojos y me mostrarte lo bello de la vida.

Me rescataste de mis temores.

Te estaré esperando hasta el resto de mi vida.

Hasta que se acaben mis sueños.

Y yo estaré aquí esperando tu regreso.

Comentarios & Opiniones

La musa del árbol

Mario A. Ramírez, se quedó mi corazón un momento en ésta belleza de poema que su pluma derramó. Saludos

Critica: 
MARIO A. RAMIREZ RODRIGUEZ

Gracias y saludos Isela

Critica: 

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