Yin Yang

poema de Astaroth

Y resuena el ding-dong de las campanas,
llueve el arroz en la alfombra roja,
dos personas salen de una iglesia
tomadas de las manos.

Ella con un vestido blanco
un largo velo la sigue tal como su sombra
el maquillaje no daña sus facciones,
es la encarnación fiel de la hermosura.

Él con un traje negro,
una flor blanca en el bolsillo de la chaqueta,
serio, pero sus ojos lo vuelven vulnerable
es el día más feliz de su vida feliz.

Los espera una victoria,
tirada por dos caballos... el blanco y el negro
se suben sonrientes mirándose cansados
y se cierra la puerta.