Piedra con acabado de martillo y cincel

De piedra esculpido
con martillo y cincel pulido
con todos los desperfectos visibles
yo aquí me dejo ver por fuera sin ajustes ni imperdibles.

Sin armazones que protejan mi endeble y pedregosa armadura
noto cómo con tan solo mirarme de la piedra una puerta crece.
Puerta que de tanto haber estado cerrada gracias a heridas de mala cura,
poco a poco cede haciendo de tu mirada fuente de la cual se abastece

Sin quererlo ni beberlo en fuente necesaria te me has convertido;
sin quererlo en mi cabeza el videoclip de nuestras mañanas, tardes y noches es hito
porque sin motivo aparente desenterraste de un muro que de piedra estaba fornido
un corazón que pensando que estaba bien, olvidado lo tenía, lo admito.

Un corazón que al verlo respirar me fijé lo mucho que lo echaba de menos:
un arma de destrucción si con veneno envejece,
una proeza si por siempre de tu fuente se abastece.
Mis brazos de ti siempre querrán estar llenos.

Cuídalo por favor,
cuida este bien privado que ahora sale a la luz y al viento,
que sale al sol y grita al viento lleno de miedo, no miento,
pero que te ofrece a ti lo que solo a una madre por siempre se le ofrece: su amor.