Un blasón a Leōnya

Broncineo solaz de la quimera ; Bibliofila preñez de visiones de tarros ciclopedos
A la diestra del furor hundido
lago herpético del metal salobre. Tú, sola cómo una aguja revelada al cristal sin bocas bebedizas -En el annegado cabo de tu farol
gitano sin pasos- arrullando lobunos paseantes de un trasto infinito engastado al moribundo corsé de tu Alcázar festivo.

Leonia, de mis desolaciones,
a tu regazo, el bizco pulsador de mis yemas,
Desempedra al carambano del sensitivo péndulo de tu talle, oprimido en astillas de trueno y elevadores de espuma plagados por huestes de horror de espinosos despegues.

En esas arenas de albinos pozuelos, rastros del carnaval marino
la primavera, suicida, funde al aire sin pergaminos calcomanía monstruosa de tus enanas torees sin cara bajo silbidos
de la estrella serviles.

Pero el eco de moles interpolares, enfaldado a guitarras de lianas profundas, descarnan la fauna a las sílabas del gis sin fragmentos;
Al adormecerme en el círculo de la vida los glifos del músculo resplandecen el puente-río de las primitivas venas, que bíblicas, ahondan la arruga mineral de tu limbo en el ósculo de la víscera viva.

Túnel, rebaso el acueducto emparapetado a memorias cuyas ninfas esparcen sobre alas de clima
Leonia! Leonia! , el tímpano esteriliza de la embriaguez torcida bajo el campanario de un pezón sin contorno.

Comentarios & Opiniones

Corazón de León

No me aplaudo. Me contemplo.No me contempló. Me alejo.

Critica: