Oda a la Silla

Nada puedo hacer para volver tu esplendor
Tanta horas de travesías
Tantas horas de travesuras
Tantas horas de inspiración

Contemplo la hermosa estructura
piel canela firme e inquietante
Te uso y pasas a ser ayer
Sin nada que decir
Sin nada que sentir

Por momentos presumo
olvidan la existencia
Eres otro suvenir diario
Dejas de pertenecer
te vuelves parte de todos

Te he visto pasear por el tiempo sin protestar solo se sirven
Rebozas de recuerdos
¿que pasaría si pudieras hablar?

Solo hay deleite incólume
Adoro tus curvas, tus rectas
tus avenimientos.

¡Oh vieja silla! Has tu magia
que las letras broten del café
De la oscuridad del silencio.