Hana bis
poema de E. Ariel Montesdeoca
El destino ya no es cíclico,
solo Hana lo sospecha entre prisas y apagones,
aspira urgencias, bonitas manicuras y cremas baratas.
Todas las mañanas, aplasta la cera con calma,
en los seniles reproches y las amnesias jóvenes.
Camina luego tristona, en su calle ratona,
abre ventanas inmensas, sin reflejos de nostalgia.
Obediente a lo lejos, la radio se descuelga
en brebajes opiáceos y cantares de sirenas.
Mareas y reflujos hilvanan, más vendas y remesas.
¡Viva la naturaleza muerta!
Rechinan en el golfo, las velas.
Atardece sola.
Dulcemente, la penumbra la abraza,
y la revolución vieja, nuevamente sueña.
· Para las revoluciones nuevas que esperan el sueño final de las viejas
Comentarios & Opiniones
Dulces y apasibles letras para Hana, hermoso poema...
gracias Lector y Jose Angel !!