Se han desatado los cielos
Se han desatado los cielos
Y el agua se precipita
Los ríos abren sus fauces
despidiendo la sequía
Los sapos dicharacheros
Bailan la danza tan húmeda
Mientras sus pieles tambores
Suenan con gran baraúnda
El agua al tocar tierra
Se siente desconcertada
Una a una las mil gotas
Buscan ribera, ensenada
Se van tomando las manos
Van creando riachuelos
Y sus voces cantarinas
salmodian alabanza al cielo
Los ríos que las esperan
Las ven llegar renegridas
Halando los mil barriales
Cantando con alegría
Pasa la noche y el día
Las aguas siguen cayendo
Arroyos ya son caudal
Los cauces van carcomiendo
Los peces que aún son niños
Aguardan muy expectantes
Los abuelos han contado
De otras tierras, otros aires
Que cuando el rio desborda
Podrán salir de paseo
Y verán lugares nuevos
Cosas que agitan el sueño
Por fin las riberas miran
Como el rio va creciendo
Y las víboras precavidas
Se van pronto escabullendo
Los surubíes mañosos
Se acicalan y sonríen
Saben que pronto estarán
Donde las aguas más brillen
Y allí conocerán al
Topo, a la marmota
Y los bagres bailarán
Entusiasmados de sombra
Un bufeo preocupado
Quisiera cambiar de ropa
Siempre lo han visto rosado
Y eso ahora sólo estorba
Envidia el traje negro
Que engalana a las anguilas
Esos destellos eléctricos
Esa elegancia tan fina
El agua primero mira
Desde la refulgente orilla
Siente nacer en el pecho
El embestir con gran ira
Y se lanza a la conquista
inundando las riberas
bañando en agua los pastos
creando nuevas orillas
Jaguares ven el peligro
Y corren ya por sus vidas
Los cocodrilos impávidos
Flotan en falsa marisma
El desborde es la señal
La raya y el candirú
Se lanzan rumbo a los prados
Mientras se escapa el tatú
La verde tierra se muta
En un pantanal rojizo
Los peces nadan y nadan
Para ellos, paraíso
Y cuando cesen las luvias
Y retorne al cauce el rio
Todos tendrán aventuras
Para contar a los hijos
Hacienda Tres Torres, Pando Bolivia. Marzo de 2024, luego de las inundaciones
Comentarios & Opiniones
Bello y descriptivo poema. Nunca llueve a gusto de todos. El agua puede ser una bendición y también una maldición, pero siempre quedará el recuerdo y la aventura para, como muy bien dices,contar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Un fuerte abrazo.
Ángel, gracias por leerme. De dónde escribes? Un saludo
Escribo del País Vasco, en España, Aquí también llueve mucho.
Hermoso poema, No me di cuenta y ya buscaba mi sitio detrás de la ventana para ver caer las gotas y correr las aguas bravas. En nuestra mente llevamos recuerdos de las torrenciales lluvias que nos ha tocado aguantar. Muy bien contado Pachuco. Saludos
Linda y descriptiva obra, que nos deja ver esos temporales, inmensos aguaceros que duran días y desbordan los rios y se forman arroyuelos y todo tipo de ser disfruta o escapa de la lluvia, un placer la visita, saludos cordiales, buenos días Poeta.
Pachuco, la lluvia a veces tan esperada y otras no tanto. Pero quién controla la naturaleza? Los humanos no.
Cordial saludo!