No es fácil

poema de Angelisia

No es fácil verte salir y entrar en mi vida como si fueras el péndulo del piano, la veleta de nuestro tejado, el cuco que abandona su nido inhóspito. Eres frágil, delgado, incontestable como el escorbuto, difícilmente puedo involucrarme en tu ser interior.

No es fácil verte caminar, verte sonreír y no sentir el regocijo del alma que te admira desde los pies hasta la cabeza. Ni siquiera sabes lo que está en tu cabeza, eso que llevas encima de los hombros apenas tapada con una visera.

No es fácil verte montar en tu coche y verte marchar, cual escopeta de caza a punto para su presa, tú me dejas presa en mis propios pensamientos, en mi propia cárcel de barrotes dorados y techo de algodón.

No es fácil verte abrazarla, sin esperar sentir el escalofrío del propio invierno dentro de mí. La helada entumece mis músculos y no deja nada tras de sí, solo muerte, destrucción y aislamiento en una coraza de oro.

No es fácil verte presumir de lo que no tienes, de lo que tienes ya sé que hace tiempo no te interesa, más cuanto más te apresuras en tenerlo más se te escapa el alma hacia cosas imposibles.

No será nada fácil tenerte y controlarte bajo mi introspectivo yugo. Sé que tus alas anhelan algo que yo no podré darte, esas aventuras cuando menos lo espero, esas escapadas para reunirte con otras, esos ojos que me suplican el clamor de la libertar imperecedera.

No fue fácil dejarte ir, más si el pasado se ha puesto de acuerdo con el presente, dejemos que ellos sigan el rumbo del futuro de la mano.

No será fácil darte el último beso de despedida, mientras se derrite el hielo que habita en mi. Poco a poco el agua se descompondrá cuando llegue la primavera y con ella algún día regaremos las rosas que ha dejado tu lecho a mi lado.

Anónimo
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