Recordando mi pasado.

Recordando mi pasado ...

Paso y paso páginas de mi vida que han dejado recuerdos gratos y otros no tanto pero que han marcado mi alma al punto de quererlos recordar hoy en esta noche de calor y de amor.

Si fue de una gran Madre que nací, de ella debo recordar que me enseñó lo que hoy comparto, que aún tengo en mi como un dulce recuerdo de ser mi guía y mi más dulce amiga, mi más fiel compañera.
Fue de quien aprendí a caminar, hablar y a ser una mujer integra que no se copra, que no se vende y que jamas dará su amor a personas que no vale recordar porque se ama lo que aún se vive y con ello las personas buenas que aún nos aman y nos dan el privilegio de acompañarlos.

Mis más dulces días vividos a su lado, con su risa explosiva y ruidosa que me daba tanta felicidad, sus palabras aconsejando qué era bueno y qué no para mi bien.

Los días que me enseñó a escribir, a leer, a sumar, aún los que me regañaba porque no entendía los números, cuando no podía multiplicar porque no era capáz y que con su disgusto me decía me amaba porque siempre quería que fuera mejor.

Mi madre que ya no anda y que le pesa más que los huesos la vida, que me hace viajar por el pasado suyo y mío dando sombras a mi rostro.
Su mirada clara, diáfana y ojos color miel que alegraban tanto antes y que hoy extraño por estar ya tan cansados de ver un mundo que muere y que cada día está peor.
Que creció con el siglo y que fue una bella niña conquistada por las palabras de mi padre un día, o dos, o tres ...porque era antes y en esa época no había más que romance y bellos detalles.
Una mujer que ha sufrido lo indecible por sus hijos, que los crió con tanto amor, que enterró uno y que
ora por tres al ser sus almas y sus más dulces amores, de sinceridad y pureza de sentimientos.

Mi madre que ya de tanto escurrir lágrimas por sus mejillas no tiene más y que aún por días pasa páginas viejas por esos recuerdos dejando más experiencias en mi y que al verme en su espejo de vida no quise imitar porque por miedo supe que no quería llorar, que ahora me unen más a su ser y me dejan acá en nuestra casa alegrías, bellos momentos del ayer y la más bella herencia como es su amor de Madre.

Pasando páginas de mi vida dejo atrás otras pero miro en ellas que sin ella no podría hoy ser quien soy,
No podría ver con alegría lo que para otros es dolor.
Podría dejar de mirar el mañana con pena pero es que sin ella me moriría.
Es mi otro ojo, mi otro brazo, mi otro pie...es un alma que como la mía se pudo reconocer en una sola y que sé, muy sinceramente sé que si ella se va primero un día me iré también.

Y no me da pena decir que lloro mientras escribo esto porque si de alguien aprendí a amar de ella fue.
De ella ...que se debe decir la verdad aunque duela al que duela así sea a ti mismo.
Supe que nunca me quise ir de su lado a hacer mi propia familia porque desde muy niña sentí y entendí que mi propia familia es ella y nadie más que ella.

Cierro estas páginas de los recuerdos por unos días dejando en el aire ese aroma que era suyo, de su pasado con su rico, negro y amargo cafe.
Su voz que me da música al oído, su consejo siempre con cariño, ese amor que de nadie más he recibido y al mismo que a nadie he debido dar.
Mañana será posible escribir una nueva página de este libro que es de las dos, de uno que es escrito por las dos, para las dos, para que nos dediquemos juntas a un día viajar en paz.

Te amo Madre querida, eres mi modelo, mi guía.

* Ángel *
Agosto 30. 2019.

***

Todos los días son de la Madre.

*