A mi hermano.

Que un día nos iremos de este mundo es real y no hay como cambiar ese fin pero él como vivimos y qué dejamos en este mundo a nuestro favor es lo que sí nos debiera importar.

Si fue algo que amargó a otras personas es decisión propia o tal vez un producto de los mismos actos que nos llevan a ser responsables de la realidad en que vivimos.

¿ Somos más conscientes cada día de lo que hacemos o decimos a medida que los años nos van llegando y la juventud se va consumiendo al paso de la vida de los demás ?

No hay en nuestra mente más que recuerdos los momentos que pasamos al lado de otros y que nos han dejado antes por ser ley de vida, hay más que un momento grabado en el tiempo, hay más que fotos que marcan la vida, es una gran bendición el haber compartido una parte importante de la vida con algunas personas como lo fue mi hermano.

Mayor y con una pena que traía desde niño con una alegría que lo hacía único y que además de años, de experiencias, de momentos, de la familia compartimos la misma condición que hace a las personas distintas por ser o deber actuar de forma más fuerte que otros, porque la vida de unos es más compleja que la de otros por ley Divina o de vida como sea que se piense siempre se tendrá una certeza mientras pasa la vida como es la de saber que después de este plano hay otro y que ese es el verdadero, el real, el único por lo que debemos luchar ya que este mundo como lo conocemos es solo una parte del viaje que venimos a experimentar y que un día podremos alcanzar gracias a la forma en que nos enfrentamos a estas situaciones.

Siempre con una sonrisa, una actitud de ánimo y fortaleza superior ante cada suceso negativo nos conduce a un acto supremo como es verse en el fondo de las emociones al ser negado, ignorado, olvidado por parte de los mismos con sanguíneos, otros además que nos impulsa a salir adelante pudiendo o no de lo malo, enfrentarnos a las formas de crueldad humana más baja como es la burla, la risa y señalar con un dedo más por ignorancia que otra razón y salir a flote siempre es algo que solamente nosotros sabemos como es.

Mi hermano fue así, fuerte ante todo, alegre y tenía una inocencia que siempre se notaba y que me dio el mejor ejemplo que hoy llevo conmigo como enseñanza para mi vida actual y la que sea Dios me tiene encargada por adelantar.

Tenía la más bella forma de ser ante las adversidades cuando esbozaba una amplia sonrisa y nada más quedaba que ser cómplice de ello, además de ser un hombre íntegro y que tenía su fe más inculcada por sí mismo que por consejos ajenos, siempre al pie del cañón y con ese ánimo que lo hacía único lo recuerdo hoy (aunque es a diario) por su cumpleaños.

Nació con una condición que para otros es mala y que lo tachaba ante la realidad de no poder...no ser...no ...y que siempre dijo SI.

Y lo hizo, pudo luchar contra sus mismos demonios, los enfrentaba con valentía y contra los que otros le sumaban a su ya compleja vida, pero sus emociones eran su norte, su brújula y siempre sacaba una bella sonrisa para lo que lo aquejaba.

Él era y es...el hombre más fuerte y alegre que he conocido en toda mi vida, con el que compartí más que una familia o apellido una situación humana que nos enseñó a ser cada día más fuertes porque era el deber y la misión de ambos con la guía del Buen Jesús que siempre amó y al que siempre tuvo como Padre al igual que yo.

Ya es de noche pero no es tarde aún de recordar quien es mi hermano para mí porque nunca habrá palabras que expresen lo que siento por él y lo que me enseñó por toda la vida mientras estuvo en este mundo.

¡ Feliz Cumpleaños querido hermano, siempre, siempre, siempre estás en mi y te llevaré como mi más dulce y libre escudero mientras nos encontramos allá en el jardín de la eternidad !

A él.

* Ángel *
Junio 10. 2019.

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