Poesía de Lukas Fernando

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Escritor: Lukas Fernando | CL | Desde Ago/2016
Martes, Abril 2, 2024 - 09:55

PERMÍTEME

Andrés...
Alma mía callada entre laberintos húmedosCongélame el tiempo porque no consigo abrir mis ojosSiento mi vida cansada despertando del letargoAgitando mis poros violentamente hasta sangrarDilatando mis pupilas, transfigurando mis huellasY destiñendo la palidez de mi espalda en este secreto balcónAlma mía silente no te cobijes en este planetaDispón la musculatura fibrosa como artefacto para la alegríaTitubea si quieres, pero no reabras la heridaCome el banquete que te ofrecen ahoraLas señoras de indonesiaTatuadores de la vidaAlma mía, tranquilaQue no ha existido coronel en vida capaz de marchitar los tulipanesNi mucho menos amor perdido entre las ciénagas de esclavos
Escritor: Lukas Fernando | CL | Desde Ago/2016
Lunes, Abril 1, 2024 - 21:08

SUPOSICIONES

Andrés...
No le tengas temor, cariñoA la danza del viento frío entrando a tus pulmonesCobíjate mejor en la lejanía del horizonteEse que sube en nuestro Lago RancoY que convierte en azul el cielo, despejando ahora el amor que me daríasExistiendo tu vida a metros de la mía, catapultando mis mitos y leyendasEn ahora, realidades tan cotidianas, roseadas en tu perfume dulcePermíteme, cariñoQuitar de nuestra mesa, todo el temor y las suposicionesSobre nuestro pasado, presente y futuroY regálame por consideración traviesaEl sudor de tus manos en veranoLa sonrisa de tu alma en alcobas uruguayasY que todo el barrio sepa de esta obsesiónTaciturna y despojada de toda suposición
Escritor: Lukas Fernando | CL | Desde Ago/2016
Domingo, Marzo 17, 2024 - 17:35

Tambores de mimbre

Andrés...
Existen distintas alegrías,Eso seguroEstá la alegría del padre primerizoRecogiendo los pequeños pedazosDe la mujer que cobijó en el amor nocturnoDonde existieron alguna vez dos seres taciturnosY ahora agobiada por la nueva vidaEsa mujer experimenta junto al queridoLa alegría de la nueva vidaUna tan tierna que no parece de este mundo.Existe también la alegría de mimbreConstruida por los escuetos espacios que brinda la vidaDilucidada con ojo de cazadorEsa alegría no reside en el otroEs propia, como el propio paso