Aquella Mujer
Mujer del edén prometido,
dueña de mis caricias,
domadora de mi ser,
Esclavo de sus palabras...
En sus ojos noche extravío mis sueños,
Sus labios gélidos Helan mi vida,
la blanca de luna que halla en sus labios deseo residir,
Su rostro Rozagante caudal divino,
aquel reflejo de lo sublime resurge mi esperanza,
Su alma y la mía, hallan en la prórroga de unión,
esperando la armonía de su entrelazado
En su ausencia hago este manuscrito,
en la víspera de mi muerte,
fallezco y deliran las palomas,
En su boca se encuentra el elixir de vida,
el Frenesí de mis pasiones eleva,
mi defunción Ha llegado y es ella Quien Salva,
en la lejanía eterna observo sus sombras,
Ven Que estoy esperando Con lamentos Susurro...
Su sutiles labios acercan a los míos,
húmedos de vida ansioso de recibir,
bebo su elixir, cura de mis males,
esperanza mía Mujer Que Amo,
me has librado de aquel Infierno,
Moriré ahora y será en tu cielo...
Comentarios & Opiniones
Excelentes versos cargados de bellas metáforas y hermosos sentimientos. Recibe un fraternal saludo y todas las estrellas para tu hermoso poema.
Cuanto sentimiento, cuan grande prisión.
Gracias por sus comentarios, un saludo, Dios los Bendiga
Que lindo, lo que escribes te felicito.
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