Luna nueva en febrero
Hay una escena que recuerdo,
justo antes de despertar;
un aroma,
una tonada,
un toque de viento en la cara.
Es una frecuencia,
una imagen difusa,
un instante y luego otro
de a pocos ganando nitidez,
en gotas de tiempo que caen
que se dispersan,
que se vuelven una con la gravedad;
una imagen por instante,
un momento en medio del tiempo,
fugándose del reloj,
escapándose de la cuenta
fuera del control.
Estar cerca de esa fuerza
es un privilegio,
una chispa especial en cada objeto que toca,
blandiendo las miradas,
esgrimiendo sus rayos,
manipulándolas,
meciendo el viento que entra y sale de mis pulmones,
dándome vidas
regalándome existencias,
las que colecto,
firmo,
usurpo…
Soy yo en la cúspide de una imaginación
y no soy en la pirámide, más bien soy dentro de ella,
así, complejo en la sencillez,
en trío con los rostros de un tiempo particular,
un niño entre frutos y dualidad.
Un hombre hecho desde lo central,
un hombre a pesar del llanto,
un ser en la realidad
que se disuelve en el brebaje puro de la creación.
en la palabra que inicia la verdad.
Comentarios & Opiniones
Exquisito. Que hermoso escrito David, deja un sensación mu6 grata. Gracias
Gracias dama, me halaga.
Muchas gracias hermano...
Buena, Centinela.
"en la pirámide, más bien soy dentro de ella,"
Pero no te olvides de curiosear sobre Napoleón y su caso con la pirámide...muy triste.
Saludo cordial y hasta nueva obra.
Mis felicitaciones, tu capacidad de embellecer los mínimos detalles es maravillosa
Hermano Artífice muy agradecido por su visita y comentario...
Hermano Abora, muy halagado por sus palabras...