Asesinato de un galimatías

No se puede navegar
en los mares sin ningún agua
donde al cielo lo enterraron.

¿Cómo te marcharás?

A los pájaros se les pincharon
cada una, las plumas de las alas
y el aceite se les oxidó.

Ya no queda ninguna distancia
en este espacio infinito.
Todos los mensajes se destruyeron.

¿Las prímulas, cómo resucitarán,
en un cementerio de crisantemos,
si nos faltan las arenas de Jericó?

En el sol han condenado a la hoguera
a las hordas brillantes de luceros,
uno a uno se colapsaron los cometas.

Solo quedan gránulos de desespero.

Y únicamente yo, te espero sin tiempo.