8/13

08/13

Dos sombras se proyectaron al caer la noche y fulgurar la luna su brillo de plata.
Movíanse lentamente en un mismo compás. Mas parecían danzar. Se acercaban de repente como para hablarse al oído. Contarse algún secreto.
Se hacían una sola sombra. Así unidas danzaban aquí y allá. Agitabanse de súbito. Se alejaban como desprendiéndose. Rechazándose. Pero ahí se quedaban. Frente a frente. Serpenteando. Dibujando círculos en el suelo. Bailando una canción que era nocturna. Oculta sus notas que descifraban en el parpadear de las estrellas. Giraban a una como besándose a la vez.

Hasta la madrugada prolongóse el romántico ritual. Al despuntar el alba y marcharse la luna, salio el sol y extinguióse el viento.
Los dos arboles serenos en su lugar, vieronse reverdecer por el rocío y en su copiosidad las aves cantar y anidar.

Tehiner Alvarez Alvarez