Mi todo

Si dijera que te amo más que a nadie mentiría, en realidad, me he amado más a mí mismo en todos estos años más que cualquier otra cosa.
Si no te he oído, es porque solo escucho lo que sale de mi boca, y a la vez lo que sale de mi alma.
He oído tu risa, pero no tú llanto, he sentido tu piel más no tus lágrimas.
He sentido mis dolores pero he obviado los tuyos.
He querido ser feliz pero no q seamos felices.
He buscado mi plenitud y te postergas siempre, cada día; das lo que no te he dado, entregas lo que no has recibido, quedas en deuda con tus sueños porque tu sueño soy yo.
Das a manos llenas, ves mis ojos a través de tus ojos, recoges mis despojos y mis miserias, y yo solo te pienso cuando dejo de pensarme, te amo un poco más cuando dejo de amarme, te retribuyo cuando dejo de retribuirme y te sueño cuando olvido de soñarme.
Siempre tropiezo sabes, erro cuando digo q somos dos sabiendo que somos uno.
Somos uno porque así lo has sentido siempre; somos uno porque mis dolores han sido tus dolores y mi risa tu risa, porque has llorado conmigo mis lamentos y cargado mis pesares en tu espalda. . . Te dejé en todos mis espacios y libertades, te olvidé cuando más me necesitabas, y dejé tu nombre en mi éxito y te pensé en mi fracaso.
Porque cuando soy más, es en ese instante donde vuelves a ser menos, es ahí donde te olvido, es ahí donde pienso q me sigo amando tanto. Me pregunto, cuando dejarás de levantarme, de arrastrarme si no camino, de impulsarme cuando ya no pueda.
Aun me queda por seguir hiriéndote, aun me queda por matarte un poco más, aun me queda todo y a la vez nada. Aun me quedas tú, no tengo nada más, a ti que lo construyes todo, a ti que debo tanto.