R.I.P

R.I.P
(Rest in peace)
Observo a mis amigos y parientes que desfilan silenciosos
veo mi ataúd abierto y pasan por sus mentes tiempos muy hermosos.
Y mi madre acongojada, sollozando, pensando
que ahora seré feliz, continúa por mi alma rezando y rezando.

Cabizbajo, apesarado piensa su mejor amigo que vino desde muy lejos
es aquel con quien compartía lo dulce y agrio de sus versos y los rones más añejos.
¿Es posible que este sea mi amigo? . qué fácil pensar eso
su cuerpo veo delgado, es pálido, ¡la enfermedad lo hizo perder peso!

Y yo, sentado sobre la tapa de mi ataúd
Pienso : -¿cómo habría sido con rítmicos tambores y las cuerdas sensibles de un laúd?
¿ Y si hubiese nacido y muerto en la India misteriosa?
¿incinerado en una pira, con leña seca y muchas especies olorosas?
¿con brahmanes recitando muchos mantras en sánscrito?
¿con muchas plañideras espantando gente con sus gritos?

Y me hago un millón de preguntas con posiblemente un millón de respuestas
¿existe otra vida? ¿es eterna? ¿y con una felicidad supuesta?
¿tendré otra oportunidad de copular de nuevo o de llevar flores a mi amada?
¿o de reencarnar de nuevo y disfrutar de un posición social más elevada?
¿o tendré que aceptar mi muerte con su luto?
¿y dormir por el resto de los siglos, sin estar conciente de nada, en lo absoluto?

Es peor pensar con un cielo con su infierno
en un martirio eterno, con almas doradas por el fuego del averno
prefiero la idea de convertirme en un cuerpo astral
en un fantasma prominente con grado de espiritu ancestral
al que se le construye un altar majestuoso y escuchar de la campana su repique
en espíritu que es líder invisible, que se me honre, que se le suplique

¡Aaaah!, angustia compartida con el poeta-héroe de la epopeya de Gilgamésh, ¡ y yo aquí inerte-¡
El anciano rey babilónico también estaba angustiado con la inmortalidad después de la muerte
Anduvo, anduvo, siempre intentando encontrar la respuesta sobre el alma y su inmortalidad
Cuando se dio cuenta que no existe tal vez , dura fue su realidad
Y Yo siempre viví entre el pecado y la salvación
Me bebí unos cuantas botellas casi consciente que la inmortalidad era una ilusión
que la transmigración de las almas con sus sucesivas existencias
Con sus continuas muertes y renacimiento ya no eran de mi interés, ya no eran de mi preferencia.
Por eso estimados amigos, ¡adiós!, les acepto sus condolencias.

Comentarios & Opiniones

ORTIZELBA

Interesantes letras con su fino contexto. Un gusto leerle Rodolfo Zamora. Saludos.

Critica: