Retrato en gris

Si estuve en una escuela de leyes
y desgasté cinco años
por conocer los vértices
de una feroz telaraña,
debo admitir un poco del veneno
la sombra de cada día
que trabajó mi pan
en un mundo trazado
con antigua ceniza
que me ocultó entre miles.

Fui también caminante entre líneas
antes de conocerla,
entonces dejé de verme
como un títere sin amarras
y envejecido.
Ella no me hizo preguntas
ni le importó mi clase de locura
al verme magullado y dolido
como un Quijote enredado en su lanza,
dejó que me sumergiera en ella
como en aguas profundas
para luego liberarme.

Ahora soy el poeta
que oculta un nombre:
Narciso Secreto
Caballo Florentino
Indio cabeza arriba
que escucha mutilar
y desvaría.

Intento llegar algún día
a ser un viejo feliz
para acariciar los frutos
de la inocencia senil,
en un mundo absurdo
verlos a todos como buenos
y algunos malos
iguales a los de cuento
que simulan amarnos y sonríen
como el gato de Alicia Carroll
antes de esfumarse
llevándose nuestro último suspiro.

Comentarios & Opiniones

Marichales

¡Que profundo este poema amigo! ¡Me encanto! Un saludo colega.

Critica: 
Alexandro Johns

Muchas gracias, tu también sientes a la mujer como lo hacía Neruda.

Critica: 
Marco

Interesante u sentida obra compañero poeta, miles de estrellas. Bendiciones para usted.

Critica: 
Alexandro Johns

Muchas gracias por tu comentario. Cordiales saludos

Critica: