Anagramas del atardecer
En los trazos del atardecer se revelan códices,
anagramas y signos que se embriagan de mil constelaciones.
El ocaso es un vórtice al álgebra suprema,
trabalenguas cósmico por donde resuenan las hadas.
Las luciérnagas no tardan en adherirse a esta aritmética de pétalos místicos,
a la suma de símbolos y señales que emana del binomio: luz y obscuridad.
Comentarios & Opiniones
Estupendo; las matemáticas se recrean en esta bella obra, un placer, abrazos cordiales Vagabundo, feliz día.