MI ESFINGE, UN TÉMPANO DE HIELO

Que conjuro maléfico congeló tu mirada
Atrapó tu corazón y apagó tu sonrisa,
en la transparencia miro tus ojos
y busco ese amor que alumbró mi vida.

Trato de entender tu mirada triste,
sólido cual esfinge ves cruzar tormentas,
tus aristas son lanzas cortantes
que se hunden en mi alma sin pena.

Quiero llegar a ti pero mis manos
como palomas heridas, vuelan
y yo me quedo quieta, sin fuerzas
soñando que mi fuego te caliente.

Seguiré aquí hasta que logre fundir
con mi aliento tu hielo, mordaza de besos
evocando que el sol envíe sus rayos violetas
para libertar a tu eterno y atávico embeleso.

Guardaré mis mares, mis playas, mis olas,
las rosas, los trinos de la primavera,
los vientos de otoño y el gélido invierno
todo por sentir tu cálido amor sereno.

No importa si el hielo cubre nuestra alma
por dolores viejos, dudas y remordimientos,
siempre sale el sol, se liberan y se olvidan penas
porque el amor es libre y vuela como el viento.

Ya puedo sentir tu amor recorriendo mis venas,
el dulce candor, tibieza de caricias plenas,
remanso de paz, sonrisas de luna traviesa,
mi adorada esfinge cubierta de nieves.

Sabrás que este amor no sabe de riesgos,
se lanza al vacío sin temor ni quejas,
es niño inocente que jugando crece,
vestido de blanco, pureza de ensueños.

Ya no quiero pensar en nada que no seas tú
esfinge de hielo dorado de sol y de mar
enclavado vives en mi corazón de fuego
de perlas adornado y llanto platinado.

Llegaré a tus brazos con mi alma a cuestas
mis labios resecos, sedientos de besos
y me acogerás porque sé que quieres
sentirme tan tuya, que a veces...¡No quieres!

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Mayo 18,2017