Aquí te espero

Aquí te espero...

Sí, en el templo sagrado de mi espíritu espero un buen amor. Un amor hermoso. Un amor que enamore mi alma y que haga temblar mi corazón con sólo una mirada. Un amor apasionado y dulce, un amor que llene mis días de música, de besos y poesía, un amor delicado y tierno, que conozca el romanticismo y que sea libre como el viento; un amor sin ataduras, pero que siempre quiera volar conmigo hasta donde la vida quiera llevarnos. Un amor sano, que no sea complicado, ni tóxico; quiero un amor que quiera conocer el mundo y que sepa soñar despierto conmigo, un amor que le guste la lectura, la poesía, la buena música, el cine, el baile, andar en bicicleta, que no tenga vicios, y que tenga un corazón sensible. Un amor, inteligente, romántico empedernido. Un amor que sepa interpretar mi silencio en mis momentos más difíciles, y que sea un erudito en las artes amatorias. Un amor honesto, educado, trabajador, con buen sentido del humor, un amor que no sea tacaño con sus caricias ni con sus palabras de amor, un amor valiente que sepa luchar a mi lado en esta vida. Un amor *BUENO* con todos los sinónimos de la palabra. Sí, así quiero un amor, y aquí le esperaré con un verso de amor cada mañana; y a cambio le amaré con toda mi alma; y con mi corazón romántico, tierno, dulce y muy apasionado. Yo ofrezco mi lealtad, ¡por encima de todo eso! Porque quiero la misma honestidad que doy. No sólo espero recibir, también deseo dar, y aunque ya no soy una jovencita de veinticinco años, a mi edad aún tengo poesía erótica en la sangre, y verso a verso y de mis manos, puedo dibujar las más ardientes caricias en la piel de quien sepa enamorar mi alma, porque a mis casi cincuenta y tres años, ya no me satisface un amor a medias, porque tengo muchas cosas buenas que ofrecer, y creo que merezco un amor completo, un amor que desee lo mismo que yo, para amarlo completamente hasta que la muerte separe nuestras vidas. Sí, aquí le espero, y si llega bienvenido sea, y si no llega ese amor tan especial que espero, seguiré en compañía de mis letras y de todas las cosas positivas que ya me hacen feliz, sí, prefiero mi tranquilidad y bienestar, a tener un amor mediocre que no me haga sonreír.

Palabras del alma

Enero/ 03/ 2022

Martha Humphrey
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