TODO ES DE DIOS

Tus ojos eran los mismos
Tus manos iguales a las que ayer tomé
Tu pelo negro brillaba como antes
Pero ya tu corazón no era el mismo.

Pasaron cuatro primaveras
De que me prometiste llorando
No dejar entrar a nadie
A tu alma y su lugar
Que al poco tiempo
Tuve que abandonar.

Pero abriste la puerta
Y aunque hoy también llorando
Hagas tu triste confesión
No sabes como haces polvo
A mi también triste corazón.

Y quizás no seas ni serás mía
Pero creo ser dueño de una parte de ti
Aquella parte que me hizo tan feliz
Cuando perdimos la razón
Luchando contra lo que nos separaba
Y cuando la vida por fin nos amaba.

Pero el camino siguió
Caminando de a uno
Tratando de olvidar
Y aunque me duela reconocerlo
Te tomó poco tiempo hacerlo
Yo en cambio aún lloro
La ausencia de tus besos
Y tu nombre de libertad y oro.

Al final del camino
Todo es de Dios
Nuestras vidas, nuestros sentimientos
Nuestros encuentros y desencuentros
Quizás por eso estamos en esta mesa
De madera bruta que está debajo de dos copas
Quizás por eso te miro y miro
Y el manto de los recuerdos
Me ampara
Y el manto de la realidad
Me desnuda en plena nevazón.

Como quisiera apretarte entre mis brazos
Como quisiera creer que aún me quieres
Como deseo besarte como la primera vez
En ese beso decorado por la brisa de marzo
Aquel beso bendito y maldito
Que me hizo volar con alas de ángel tierno
Sobre las rutas del infierno
Que inicio esta historia que siempre he de amar
Aunque hoy comprendo
Que comienza a finalizar.

Sé feliz
Con los tuyos
Con lo legal e ilegal
Con quien diablos quieras
Si al final eres como eres
Y lo especial, mágico y diferente
Sólo lo vieron mis ojos
Y mi torpe corazón con la complicidad de mi mente
El corazón que te brinde hasta el cansancio
Aquel pedazo de carne roja y sangrienta
Que hoy sangra más que nunca
Y de la manera más violenta.

La última copa
Y regreso a mi vida
Tu cuerpo me abraza
Ni aún así cura heridas
Tus labios me besan
Ahora ya no con el mismo arte
Tu corazón quien sabe
Si estará aquí
O en alguna otra parte
Me amarga tanto
Saber que en ti nada soy
Pero me mata y me hace infeliz
Saber que en estos años
Nada fui.

Al final
Todo es de Dios.