Te quiero y no te quiero

¿A dónde se fueron todos?
¿Quién escribe en el cielo
Un poema fúnebre, una elegía?
¿Será mi angustia de otoño
La que siempre me persiga?
Sombras, déjenme solo aquí.
No alarguen mi dolor este día
Que los ríos y los árboles
Ya nunca mudarán su color.

Tiemblan dos niños en la acera
Y en soledad se abrazan
Como se abrazan a las piedras
La tierra caliente y la noche fría.
Dime, Padre, ¿a dónde se fueron
Los jóvenes que no llegaron
A casa…, a cenar, a descansar?
- Se hace de noche, hermano,
Puede asustarse mamá.

Las sombras sonríen y se alejan.
Y en la ribera, al ver que el sol
Ya no podía detener su marcha,
Mis dobladoras penas tocaron
Las campanas con agonía.
¡Cuántas torres derribadas!
¡Cuántas naves naufragaron!
Y el mar, a donde iremos todos,
Toca una melodía de despedida.

En la ciudad, los edificios grises,
Hacen de la vida un sueño.
Un sueño donde la vida
Sigue siendo la misma novela.
Una novela donde estás tú.
Tú que fuiste solo silencio:
Un sueño imposible y trágico,
¡Lejana esperanza de regresar
A casa un día y sentirse humano!

¿Habrá algún sendero
Por dónde las almas transiten,
Y muy lejos de los sentimientos,
Ya no puedan recordarte?
Hoy que todo se ha nublado,
Siento una horrible sensación
Que no me deja respirar bien.
Hoy, que todo me duele mucho,
Siento que te extraño también.