Juicio innecesario

En esas horas sumarias que tenemos los humanos
yo, entrecierro mis ojos, dejo en abandono la mente,
le autorizo al corazón que hienda y que se libere,
para así poder entrar, rauda a mi subconsciente.
En ese breve trayecto entre instinto y sentimiento,
encumbrados escalones son los que debo trepar,
porque enfrentarte a tus miedos, anhelos y frustraciones,
derivan en emociones renuentes de controlar.
Te condenas y te excusas en un juicio innecesario;
el pasado quedó atrás y el futuro es tan incierto,
¿Por qué embargar al presente con este lento tormento,
y obligar a los errores a ponerse al descubierto?
Para este extraño altercado que libran los sentimientos,
hay un juez incorruptible que oficia de mediador,
Y cuando sientes por dentro que ya tus fibras explotan,
te sitia entre sus brazos con indulgencia y amor.
Regresas de nuevo al mundo dispuesta a subsistir,
has librado otra batalla entre “el querer, y el poder”,
nuevamente comprendiste que alguien maneja los hilos,
y que hoy, te ha exhortado, que te olvides del ayer.