Un por siempre

poema de Laya

¿Recuerdas aquella tarde?
¿Tarde de soles y nubes luchando?
¿Recuerdas cuando nos columpiábamos en el parque?
¿Juntas, aquella tarde?

El viento soplaba y teníamos miedo.
Pero confiábamos en que nos protegíamos.
Y juntitas, tu conmigo y yo contigo,
Hacíamos partir los temores.

¿Recuerdas aquella tarde, amiga mía?
Cuando, despacio tú me decías,
Que de grande te olvidaría,
Y que ya no seríamos amigas.

Yo te prometí un para siempre, ¿lo recuerdas?
Te tomé de las manos con mirada afectuosa.
Y te susurré al oído que por siempre te apoyaría,
Como las cadenas al columpio.

"Nos pelearemos y me odiarás." -Dijiste.
"Iré a verte odiándote" -Dije.
"No querrás verme." -Lloraste.
"Cerraré los ojos." -Aseguré.
"No querrás oírme." -Gritaste.
"No dejaré que hables" -Protesté.
"¿Entonces?" -Preguntaste.
"Solo una cosa te diré."

Aquella tarde de aves volando, de hojas agitadas, de agua temblando.
Aquella tarde de amistad y promesas.
Aquella tarde te fuiste de mi vida, ¿lo recuerdas?
¿Por qué? No lo sé.

Aquel día me llamaron y me dijeron que ya no existías.
Y entre pretextos me convencieron de que en mi corazón vivías.
Y yo tan triste por las noticias empecé a odiarte.
Empecé a odiarte, a maldecirte por abandonarme.

¿Pero recuerdas, amiga mía, aquella tarde?
¿Aquel para siempre que te prometí?
Pues querida amiga, aunque me haya enojado, aunque te haya odiado, seguía contigo.
Pues la amistad atraviesa universos paralelos, enojos y odios, de forma intangible.

Eres mi amiga, no lo olvides.
Y aunque te hayas enojado, y me hayas dejado,
Estoy contigo.
Entonces, amiga mía, ¿recuerdas aquella tarde?
¿Recuerdas cuando te prometí un por siempre?
Pues lo decía en serio.