AMOR FORTUITO

Solo hay una vida y mil momentos que significan todo,
Mil heridas al presente de sentimientos encontrados rotos,
Yo le pregunto al amor perfecto como será el de otros,
El de los que pecan, el de los que enmiendan,
Donde se perdonan todo.

Acaso no existen maneras, ni ya motivación fortuita,
Para alcanzar ese amor sublime, quizá por otro método,
Por cualquiera existente, aquel que perdone todo,
Que no piense ni en la gente,
Que olvide el gemir de los tontos.

Es duro el saber de repente, que no estás sin previo aviso,
Que has ido tras otros castigos y bienes también terrenales,
No creo que esos sean males, pero si unos grandes motivos,
Que inducen a que no has de amarme,
Que llegan a no estar conmigo.

Yo vago todos los días, por calles y las capitales,
Recurro a mañas y tretas por desanimar mis dolores,
Porque me duelen por dentro y acaban volviéndome a ella,
Y la recuerdo en mis venas, almohada y en todas las flores.

Verla quisiera un momento, hacer un pacto animoso,
Verme llorar desde afuera sentado en praderas cetrinas,
Mira de pronto a la cima, date de presentimientos,
Un falso olvido ostentoso,
Huye de mis sentimientos.