GERDA

poema de Juansito

GERDA

Se presienten mundos sin vacío
detrás de la Nada,
tan desprovistos de sospecha
que las certezas no tienen miedo.
El horizonte te los señala,
la piel de las montañas o del mar
lo han sentido,
a pesar de su pétrea tozudez
o de su melancólico afán
de ser azul por el día.
El cielo dice que no se fía,
que sólo es él y aquí en este mundo:
el tuyo y el mío.
Que no puede haber otros como él,
ni otros mares
que le roben el color por el día,
ni otras montañas
que logren acariciarle
como sólo las que ya lo hacen aquí,
donde tú y yo estamos.
Tanta ausencia de sospecha
no puede sólo presentirse.
Tantas certezas sin miedo
no pueden caber aquí,
donde tú y yo estamos. Por eso, se van
detrás de la Nada
para poder seguir siendo lo que son:
certezas.
Para que la sombra de realidad
que aquí dejan cuando se marchan
me siga diciendo que sí,
que tus ojos son
los únicos que endulzan el abismo,
que hay melodías infinitas
que acaban en materia (tus labios)...
que el arco iris
se complace sin el blanco,
porque desconoce el único, el verdadero:
el de tu piel.