Se fueron los días alados,
lejos de mis ideas.
Vuelve el terror en cadenas,
adheridas a la tierra en clavos.
¿Dónde fue tu apacible voz?,
que avivó mi suelo seco.
Desapareció en su eco,
por mi disonante brazo.
Retorno al terreno eriazo,
labrando en espíritu hueco.
Comentarios & Opiniones
Buen poema lleno de madurez. Un gusto pasar.
Gracias María del Rocío