LAURA FOREVER

(Existen personas que no son tal, son más bien conceptos, aproximaciones a un ideal bosquejo de nuestras mentes. Laura no es una persona, Laura es un concepto, un concepto del más fino amor. Amor a Laura)

Si me preguntan: “¿Cuántas Lauras son necesarias para vivir como viven aquellos que son tan felices desde el fondo del alma?”. Respondería que una. Una que te mate de vez en cuando, que repase con sus dedos tu lánguida cara, que te llene de risas que te exploten en los labios y la tristeza se desplomara, que abrace tus miedos y te cosa las alas. Una que te quiera, como yo te quiero. Una sola Laura.

Si en mi limitada esencia y paliducha estampa me cuestionan: “¿Cuántas son necesarias, para formarla a ella, para crear a Laura?”. Respondería, desde mi más absoluta ignorancia. Un par de millones y unas cuantas galaxias, además de los Déjà vu que salgan, y todas las hojas que el otoño marchitara, y todas las rosas que en febrero se regalan, y todos los octubres que por su ojos pasan, y todos los besos que mis labios callan. Todo eso es necesario para llegar a una décima de lo que es Laura.
¡Por qué tanto para tan poco!, cuestionarán los canallas. Tranquilamente te señalaré andando por mis sueños que te idolatran. Mírala ahí, como ilumina al alba, ¿Crees que los universos conocidos son suficientes para crearla?, ¡Es el sol del sol!, simplemente Laura.

Laura es un ser vivo y la vez no existe. Vive en mis deseos e ideales, aunque a veces en Igualada. Laura es la risa que se te escapa, y el amor de tu vida sobre la espalda. Laura es un país aparte, una nación hermana, es otro planeta con signos de vida, otro universo, en fin. Laura es Laura. Y el día que lluevan escombros pensarás en Laura. El día que te enamores será de Laura. El día que alguien te bese querrás que sea Laura. El día que te digan “te quiero”, como yo te quiero Laura, no seré yo y vos no serás mi Laura.

Más de 7300 días la tierra disfruta de Laura, ella embellece sus sabanas, le da un beso en las mejillas a la fría mañana y enloquece con su sonrisa la suicida tarde desesperada, y la luna, su luna, la luna de Laura, desea salir a abrazarla y con la barriga llena de queso y astronautas decirle con todas las ganas ¡Felices 20 años, en plenos 18! ¡Feliz cumpleaños Laura!

Si me preguntan los que aún no entienden “¿Por qué, por qué querer tanto a Laura?” les diré: “Simple y sencillo, amigo mío. Porque es Laura”