Al pasado...
Me gustaría ser enfático con vos,
despedirme con la misma frialdad de tus manos,
o con la dulzura de tu perfume,
incluso esa extravagancia para llamarme que tenías para llamarme cuando hablábamos...
Me gustaría condecorar cada beso,
ese café con tu suéter de lana corinto,
o ese primer beso en el parque,
incluso cada juramento tuyo cuando inventaba cumplidos a tu pelo con algo distinto...
Quisiera darte las gracias por lo que fuiste,
por lo que me hiciste ser,
seductor sin éxito,
escritor de medio tiempo...
Improvisador nato,
guasón,
soñador y topógrafo,
compositor sordo y amante de una sola canción...
Le agradezco a Dios por cada parte tuya que me gustó,
el lunar en tu mejilla,
tu cabello oscuro,
o incluso tu distancia tan al Norte...
Sin dejar de un lado los dolores,
las dudas,
los nervios,
y el adiós...
Agradezco a la vida por esa versión tuya que juró siempre amarme,
esa que le gustaba el Rock,
la otra que vivía entre manualidades,
y por esa que vivió de libros y una taza de té...
Gracias por reforzar tanto mi fe...
Por ser tan polimórfico,
y acabar casi igual,
por ser tan filantrópico,
y hacerme tanto bien entre mal...
Por esas luces en el horizonte,
el frío en el balcón,
por el 5to piso y no una mansión,
por hacerme escritor y no capitalista de ambición...
Por las tormentas cuando aprendí a caminar,
por los abogados y textos,
que me enseñaron a hablar,
por las adversidades que me enseñaron a amar...
Gracias por ser mi historia de 5 y tantas formas,
por ser mi cuna entre 3 y otras personas,
por ser mi pasado,
con tus lujos y maromas...
Te agradezco y me despido,
porque tengo un futuro muy al norte,
que viene hacia mí,
le gusta pintar...le gusta oirme cantar...
Y tiene ganas de ser mi presente,
tiene ganas de volverse la invasión de la década en mi mente,
y yo tengo ganas de verla entre toda la gente,
tengo ganas de regalarle mi hoy haciéndolo un “siempre”...
Gracias por enseñarme a esperar,
a padecer,
y a soñar...
Porque el porvenir es brillante,
con boina roja y un alma delirante,
y ya me aburrí de ser amante,
quiero regresar al suelo y buscar mi diamante...
Gracias pasado,
gracias,
pa’ prepararme para hoy que estoy enamorado,
y tengo sed de decirte que lo mejor no ha llegado.