Silba el curioso

En la eterna servidumbre del día
Crispan las espinas enervando el corazón partido
Lloró por pasión, por la guerra y por la risa de los indiferentes
Por mis dedos se borraron los espejos del latido incesante
Candente el ruiseñor , candente apareció su canto en el limbo

Tu semilla en la falda del río ,crece como vapor de sol
Germinan los pájaros tu sendero final,y se oyen a los árboles ya
Silbando la canción de mi piel

Fuego en la nieve, en la lluvia fugaz se enciende un chasquido
Es el alma alegre meditando colores
Viajero de los caminos andantes , llévame en tu proa barco infinito
Llévame que el viento es mio, Llévame al alba