Tus ojos son tan brillantes que se reflejan incluso en los colores más opacados. ¡Que vivos son tus ojos! que hasta al más muerto su alma resucitas.
Tus ojos son la esencia pura de la vida y en si todo lo que exista.
Tus ojos me hacen recordar que hay un mañana reflejado en tu hermoso rostro, y me hacen despertar, pero a la misma vez suspirar.
A veces cuando te veo llorar, en tus ojos veo la misma tristeza al igual que la soledad con la que te alimentas, en tus ojos observo la misma alegría que le das a la vida, oh, amada mía.
Tus ojos son tan hermosos, que ni se comparan con una esmeralda, por eso me gustaría tenerlos a mi lado, pero contigo, porque tú eres la que a ellos le da el mismísimo sentido.
Bésame, quemémonos juntos en pecado y cometamos el delito de engañar a tus ojos con migo, o tal vez hagamos con ellos un trío, pero ojo: “Recuerda que tú eres el amor mío”.