HAY SÓLO LA CLARA Y DESNUDA SEMILLA...

Hay sólo la clara, desnuda semilla
en toda blancura que acude invisible
al sueño de sombras que ata la especie
al fuego profundo que gira en delirios.

Las hojas se quiebran, cristales de tiempo,
en cruces de clavos, martirios de otoño,
y buscas salidas, deseos, excusas,
que fuerzan al cielo a soltar sus regazos.

No creo en las horas que sangran desprecios,
destierros que arrancan el sol de mis manos,
en todo momento se abren las puertas

que suben a un dios impotente y lloroso.
Desierto de estruendos y lunas de cardo
gotean sus mieles en labios de piedra.

Comentarios & Opiniones

mayita

Espectacular soneto nos compartes con una profundidad que encanta, característica de tus obras, Felicitaciones es un placer leerte, te haz ganado un nuevo seguidor.

Critica: