El faro

Como un barco varado en su puerto,
en lugar seguro, se siente,
atado en el muelle, la soga bien fuerte
no es para lo que está hecho.

Recordando el viento del sur
sus velas desplegadas,
a toda velocidad,
el mar se hacía pequeño,
para sus deseos,
y su férrea voluntad

Las olas chocando con su proa,
ninguna podía detenerlo,
por más bravas que fueran.
no tenían las fuerzas,
que lograran vencerlo.

Pero las tormentas , frias y revueltas,
y el tiempo, siempre el tiempo,
terminaron por dañar su casco,
romper su velas,
el motor ya no giraba co fuerzas.

En las noches
la luz clara del faro
le enseñaba el camino a casa
terminaba la lucha sin reparo,
con las endemoniadas olas,
se cerraban las alas del pájaro.

El faro le hacía un guiño,
la ansiada casa, tibia,
la mesa servida,
y tu , y tu hermosa mirada.
estaban ya cerca,
con amor le esperaban.

Era una mala etapa,
el dinero apenas para comer alcanzaba,
el barril de petróleo no podía competir
con las medicinas de los niños en cama.

Comenzó a hacerse viejo ,
atado en su lugar en el muelle,
esperando por una vida nueva,
que cada vez se hacía más lejana.

Pero un barco atado en puerto
siempre llama la atención.
de tierras lejanas vinieron
y por un poco de dinero,
lo compraron.

El padre no fue al muelle
el día que se lo llevaron,
su alma se iba en ese barco,
se le partió el corazón,
los niños lloraron sin consuelo,
jamás volverá a ver la luz del faro.