Mentir la eternidad.

Abrevando lentamente en ese beso,
primigenio que me diste cierta tarde,
he encontrado un amor que fluye y arde,
desde entonces con dulcísimo embeleso.

Para sellar ese instante hice eterno,
juramento de quererte hasta el final,
mas en vista de tu adios, yo hice mal,
en amarte con cariño dulce y tierno.

Si tu amor destinado a terminar
estuvo desde el mismo momento,
en que eterno pudiste jurar,

que sería tu infintio sentimiento,
yo concluyo que el amor que declina,
es la única eternidad que se termina.