Amiga

Amiga, ¿imaginas cuanto te amo?
¿Hasta donde seré capaz de llegar para encarcelarte?
Amiga, imagina la prisión que construiré para que no te escapes
y en que arsenales encontré las armas con que vigilarte.
Amiga, solo piensa como será tu celda y de que materiales estará hecha,
paso a informarte:
una cantidad apreciable de bloques de posesión como sustento,
columnas de agradecimiento con hierros de pasión para estructurarle,
rejas maleables para que te relajes,
con una cerradura de amor de la cual solo tu tendrás las llaves.
Pero eso no es todo, como parte de tu condena también recibirás al despertarte:
a mi atizando tu vientre con fogatas de deseos,
a mi abrazando tu cuerpo con paciencia infinita hasta poseerte,
a mi penetrando en tu amor sin consentimientos.
Y más tarde el desayuno,
que se te será servido en una bandeja de frenesí interminable,
con condimentos de arrebato e imprudencia.
Amiga, esto es solo un primer boceto de lo que te espera,
no percibes como será tu realidad
cuando haya terminado el proyecto.