EL ÚLTIMO BRINDIS DE UN BOHEMIO EN RAPTO DE AMOR Y LOCURA
Un incendio reposa en el fondo purpúreo de mi copa;
una tormenta de grises nubarrones;
un remanso de aguas quietas a punto de estallar;
una avalancha de hierro fundido que me arrastra.
Una tragedia griega habita en el tálamo de mi locura;
una comedia de Molière de bucólico aroma;
una profecía apocalíptica que bate sus alas con violencia;
un universo distópico, aberrante, ensangrentado.
Me lanzo en aquel abismo de cristal,
con el ánimo de descifrar lo indescifrable.
Pero solo siento un vacío que desgarra mi piel hecha castañuelas:
una oquedad milenaria que me asfixia con sus brazos de Titán.
Veo mi rostro reflejado, distorsionado, ajeno, lejano.
Y advierto un recio oleaje que me salpica el corazón:
un vaivén líquido que amenaza mi cordura;
una estaca de plomo que me destroza lentamente
Descubro un torrente de dolor absurdo;
como goterones rojos de una honda nostalgia;
como bestias voraces de un gozo contradictorio;
como ríos caudalosos de una furia íntima.
Ya no sé lo que me ocurre.
Y no lo quiero saber.
O tal vez sí.
La confusión me gobierna como a un crío atolondrado.
El demonio de la locura me alza en su vuelo.
Y me zambulle en un mar violáceo y tormentoso,
que se quiere desbordar de mi copa enemiga,
que se deja oler a través de un miedo negro y ácido.
Naufrago en vastos e inhóspitos dominios.
Y hallo allí a una heroína mitológica con cuerpo de dragón;
un monstruo marino con escamas venenosas;
una bestia medieval que expulsa azufre por sus fauces.
Es incierto el destino de esta aventura irracional.
Un torbellino sensorial revienta ante mis sentidos.
…Y a medida que la noche se escurre de mis manos agitadas,
se revelan mil demonios que me apuñalan el alma como agujas:
de naturaleza brutal, críptica, caótica.
Ya no hay retorno de este viaje etéreo, frenético, esquizofrénico.
Me ahogo en aquel vidrio helado.
Y clamo por una mano mesiánica,
que me rescate de estas aguas turbias y azarosas.
Entonces navega a través del océano de mis quimeras,
una Venus primitiva, tan inescrutable y explicita,
que emerge como un tibio vapor que rompe la nieve:
como un efluvio místico que me arrolla,
como un eclipse fugaz que me abraza.
Y adivino en ella a la propietaria de mi sufrimiento y mi deleite:
a mi remedio milagroso y a mis heridas sin cura.
Y solo entonces, me atraviesa con su mirada de hielo:
impenetrable, granítica, afilada.
Luego advierto en su silueta luminosa y cósmica una grieta.
Y al fin entiendo que ella es el principio y el fin;
el ángel que da vida y el espíritu maligno que la roba;
el alfa balsámico y el omega corruptor,
el amanecer augusto y el ocaso sombrío,
el todo al mismo tiempo y la nada en ninguna parte.
¡Qué dualidad tan cruel!
¡Qué amarga dicotomía!
Las fuerzas me abandonan cual ejército huidizo.
Y suelto aquella copa lacerante y pétrea,
que explota contra una naturaleza inerte que la ataja en su caída.
Me atropello como un ciervo asustado y frágil.
Y huyo de aquella ilógica presencia,
que clava sus colmillos en mi pecho mutilado.
Y brindo por última vez, manchado de mi sangre escarlata.
Luego, me entrego, manso, a los brazos de Morfeo eterno.
Al fin me he liberado del yugo de mi opresora,
de la causante de mis penas y mis alegrías.
¡Ya no soy aquél!
Música: The Man With The Harmonica , de Ennio Morricone, versión Apollo 440
Comentarios & Opiniones
Grandioso,excelso,muy bueno felicitaciones poeta!
Grata lectura, saludos.
Hola grata lectura, tambien la de tu poesia. Besos.
Tu poema me ha encantado. Ha sido un placer leerlo.saludos
Shultz, Maria Cruz, Keyra: Me placen sus palabras. Un abrazo en la distancia.
Nostálgicos, profundos sentimientos se incluyen en su forma para lograr una obra avasalladora. Grato es pasar por vuestras letras.
Reciba mis cordiales saludos.
"Una tragedia griega habita en el tálamo de mi locura;
una comedia de Molière de bucólico aroma;
una profecía apocalíptica que bate sus alas con violencia;
un universo distópico, aberrante, ensangrentado."...
Comenta & Vota