Sencilla

Cómo un ángel que ilumina el infierno con una luz diferente a la del fuego anaranjado, así la veo pasar al lado de cada alma atareada y apenada.

Ella está simplemente fuera de nosotros. Viviendo sencillamente con lo que es y representa. No busca dejar huella en cada paso que da y pocos dan cuenta de su existencia porque así es ella, beneficiosamente sencilla.

Un día la ví. Quizás la había visto antes pero su relajo no me atrajo. Más un día me acerqué al desapego que creo ella representa. Ese día la ví y la comprendí. Comprendí que es amada y ama. Que su pelo casi enredado parece un ramo de flores dispuesto a ser entregado. Que sus ropas cubren su cuerpo casi sin moda aparente. Que ella aparenta no aparentar casi nada.

Cuando por unos minutos logré entender el vacío inmanente del material y sus muchísimas formas, logré verla. Estaba haciendo lo que todos hacemos pero siendo lo que pocos son, ella misma.