POEMA ENFERMERO

Hoy desperté con hipertimia
y ando con todas las ganas.
Voy a ignorar mi hipersomnia,
y a hacer uso de mis neuronas.

Mi deseo es ser el enfermero ideal
que todos quieran en su consultorio,
un apoyo en la enfermedad terminal
o en el tratamiento ambulatorio.

No hay amnesia en mi interior
que me haga claudicar.
Seré anestesia para el dolor
del paciente o su familiar.

Vigilaré a mi paciente con conjuntivitis,
pues cuidar de otra persona es mi pasión,
estaré pendiente de su otalgia y otitis
mediante una atenta auscultación.

Para determinar la agudeza auditiva
tengo que hacer una audiometría
y para poder cuidar del cuerpo humano
debo entender primero su simetría.

No hay lugar para los enojos
mejor será hacer una blefaroplastía,
y procurar el cuidado de los ojos
o si no mi paciente tendrá una corectopía.

Recibí a un paciente con anencefalia,
se le hará un examen intracraneano,
antes de hacerle una craneotomía,
previniendo una encefalorragia.

Si tengo un paciente con retinitis
le tendré que hacer una optometría,
no vaya a ser que contraiga queratitis
y desarrolle una retinopatía.

Al detectar una severa hipoacusia
con una audiometría a mi paciente;
le recomendaré usar un audífono
para que pueda escuchar claramente.

¿Y si mi paciente tiene dermatitis?
Se le aplicará un tratamiento hipodérmico.
Si tiene oftalmodinia, le haré una optometría
para ver si tiene oftalmorrexis.

Para detectar una anormalidad
se necesita una mielografía;
para tratar una enfermedad,
a un enfermero con empatía.

-Carlos Durán-