Nuevo hogar

A veces me pregunto
si soy una ave más que canta de camino a su nuevo hogar.
Es difícil no descifrar
no sacar buenas notas
o conclusiones
de las aventuras de aquellos vuelos no planeados.
Los instintos y los ruidos
nos han mostrado a dónde ir
y de dónde huir.
No esperamos ser distintos
pero si el sobrevivir.
Si la adaptación nos enseña el camino
y eso nos hace cambiar
no pretendamos que debemos sufrir
solo afrontar.
Afrontar, esas pequeñas esquinas frías y oscuras que nos dan más de que hablar de nosotros que de los demás.
¿Solo somos aves?
¿En verdad, yo seré un ave más?
¿Una ave más a la que hay que abandonar, lastimar o matar?

Abandonar porqué nos abandonamos,
lastimar porqué dejamos que lo hagan.

Enterré una daga en mi cuello y en este amanecer me escucho respirar.
Respiré una vez más
para reconocer que si soy un ave,
un ave que canta
con muchos vuelos por delante que alzar.