Arqueología

¡Como te describo!,
¿Ciencia venerable?
¿Arte refulgente?
Excavas las trincheras enmohecidas
pletóricas de arcanos recuerdos.
Devuelves la carne débil
a los huesos duros de los ancestros.
Avanzas sobre las tumbas
silenciosas y apacibles,
oscuras por largos siglos de sueño eterno,
y razonas con los tiestos perdidos
en ignoradas dimensiones mágicas.

Donde los suelos parecen yermos,
allí estás tú, reconstruyendo evidencias
de bellísimos contextos,
perdidos en la bruma fantástica de nuestros mitos;
de remotas formas sociales
satisfechas por fin en algún leteo imperio;
de los muros de Troya siempre viva,
de los jardines de Babilonia aún colgados,
de las chinampas de Tenochtitlan reverdecidas.

Sin ti todo parece frágil, inconexo
oscuro...
La humanidad necesita tu luz,
tu pretérito anhelo de interpretación.
Y así nuestro futuro será uno
con la solidez de las Pirámides,
y con el tiempo en las espaldas
nunca más olvidaremos
tu polvoriento legado.