Torre de agua

Claro que llovía, dulce noche de invierno.
Los vidrios se empañaban y las gotas dibujaban un trayecto.
Caminaban las gotas en camino a su colapso.
Claro que llovía, dulce noche de invierno.

Claro que llovía, dulce noche de invierno
que sabes a chocolate, con un intrépido relleno de menta.
noche en la que rellenaste las grietas con mentolatum.
Claro que llovía, dulce noche de invierno.

Claro que llovía, dulce noche de invierno.
Noche en la que entraste en un estado transcurrido
y te diluiste en líquido, como una torre de agua.
Claro que llovía, dulce noche de invierno.

Claro que llovía, dulce noche de invierno
en la que los espaladrapos se convirtieron en aviones de papel
con mensajes superfluos que no pudimos entender.
Claro que lluvió esa noche.

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